Vivimos buscando el momento que sigue,
sin darnos cuenta de que,
cuando llegue ese momento,
vamos a extrañar el presente.
El día que Pedro, mi amigo, nos dijo “éramos felices y ni siquiera lo sabíamos”, mi vida cambió. Pedro estaba hablando de lo bien que la pasábamos cuando íbamos a surfear todos a la Saladita, y tuve un recuerdo de uno de esos viajes, donde la estaba pasando bien, pero una parte de mí ya quería regresar porque tenía una date con un wey que me encantaba. Aunque la pasaba bien, estaba pensando tanto en querer regresar que una parte de mí no estaba disfrutando al 100%.
Creo que es un buen ejemplo de cómo muchas veces queremos que las cosas pasen, cómo muchas veces estamos corriendo hacia un futuro,
que cuando llega solo nos recuerda que hay otro futuro más adelante que ya queremos alcanzar.
El mejor ejemplo para mí son las relaciones. Cuando estamos solteros, queremos tener una relación y corremos hacia ese futuro, muchas veces dejando de estar agradecidos de lo divertido que puede ser estar solteros. Y cuando por fin llega esa relación, queremos estar solteros otra vez porque extrañamos la diversión de la soltería y dejamos de ver la belleza de tener compañía.
Esta semana me pasó en una area de mi vida la cual te puede sonar familiar, me fui de viaje con ganas de estar sola y conectar conmigo. Pero estoy cargando una historia de amor que se quedó con puntos suspensivos. Estoy feliz aquí, necesitaba terminar de escribir mi libro, regresar a mi centro y conectar con la naturaleza, pero una parte de mí tiene una urgencia porque pasen los días y regrese a terminar esa historia para ver si estos puntos suspensivos se convierten en una coma o en un punto final.
En fin,
a lo que quiero llegar con esto es que me parece muy irónico cómo buscamos el momento que sigue,
sin realmente apreciar el de ahora,
especialmente cuando el de ahora se trata de procesar algún tipo de dolor.
Cuando estamos en algún lugar incómodo de la vida, - con el corazón roto, sin saber qué hacer con nuestra vida, viviendo algún duelo, teniendo algún drama-, queremos que el tiempo pase más rápido. Pero, ¿por qué? ¿Por qué no podemos ver la belleza de estar presentes en medio del caos sin necesitar que se acabe? ¿Por qué no podemos abrazar el momento y dejar de catalogar las cosas como épocas buenas y épocas malas?
Las cosas son,
la vida es hermosa en todos sus contrastes,
y estamos tan desesperados por solo vivir momentos positivos,
que cuando llegan esos momentos ni siquiera nos llenan.
Te quiero compartir algo que leí esta semana que me ayudó mucho a agradecer este momento caótico por el que estoy pasando. - Porque tal vez te ha pasado, o tú también lo estás pasando - Yo soy una persona que felizmente manifiesta el 90% de las cosas que quiero o que me gustaría (creo que es una combinación de cosas que hago y mis creencias que hacen que mi vida esté llena de suerte), pero tengo épocas donde no logro manifestar, no logro ver la luz, no logro llegar a donde quiero, tener lo que me gustaría, etc. Solía sentirme triste porque pensaba que era porque mi conexión con el universo se disminuía, pero la realidad es que es todo lo contrario.
Imagínate que lees un libro y que en la primera página el personaje principal (tú) obtiene todo lo que quiere, y en la segunda página también, y en la tercera también, cuarta, quinta, siempre obtiene lo que quiere. Pasa tanto que te da flojera seguir leyendo ese libro. Lo mismo pasa con tu vida: si siempre consigues lo que quieres, si todo siempre está bien, si no pasas por momentos de caos, tu vida sería increíblemente aburrida. Así que espero que tomes todos tus momentos de caos como grandes regalos que le ponen sazón a la gran aventura que es la vida.
Para ti que vives en búsqueda del futuro:
Quizás este momento de tu vida te toca aprender de la belleza de estar presente,
aun cuando tu corazón quiere salir corriendo,
aun cuando te emociona el momento que sigue.Quizás este momento de tu vida vino a recordarte que a veces las cosas pasan no como querías,
sino como necesitabas,
y que tal vez el universo sabe cosas que tú aún no sabes.Quizás este momento de tu vida te está enseñando a dejar atrás y seguir adelante,
sin la necesidad de caer en el miedo,
sabiendo que irte no es el peor error de tu vida,
sino el comienzo de una etapa nueva.
Y la vida te está recordando que sientas el dolor profundo de soltarte,
para que puedas apreciar tu valentía.Quizás este momento de tu vida estás aprendiendo a dejar de hospedar al pasado en tu corazón,
estás aprendiendo a soltar lo que te tiene aferrado,
a aprender a aceptar las cosas como son,
para darte cuenta de que la incertidumbre es una de las partes más mágicas de la vida, porque en la incertidumbre todo es posible.Quizás este momento de tu vida te está desafiando a enseñarte que todo se trata de amor,
pero no de un cuento de hadas buscando a tu príncipe azul,
sino del tipo de amor que te recuerda que los finales felices siempre se encuentran en el momento en el que aprendes a abrazar tu vulnerabilidad y empatía hacia ti mismo y los demás.Quizás este momento de tu vida te está enseñando a confiar y a perdonar,
a perdonar a quienes no pudieron sostener tu corazón,
y a confiar en que tú siempre tendrás la capacidad de hacerlo.Quizás en este momento de la vida estás aprendiendo a dedicarte canciones,
a amar por la simple razón de que puedes hacerlo,
a llorar porque no hay nada que llene tu vacío más que tus lágrimas,
a aprender que a veces te tienes que ahogar en ellas para recordarte que sí sabes seguir nadando.Quizás este momento de tu vida estás regresando a tu suavidad,
a reconectar con tu alma,
a ver la belleza que la vida tiene para ofrecerte en cada momento,
a agradecer lo que sea que esté sucediendo.Quizás este momento de tu vida te estás anclando,
para que te des cuenta de que no hay por qué apresurar al corazón,
que no hay nada que arreglar,
nada que cambiar,
solo mucho que sentir,
mucho que confiar,
mucho que agradecer,
y mucho que vivir.
No escribo por tener números, escribo para entenderme, para no sentirme sola, para recordarme, para aprender a desenredarme. Pero siento una gratitud gigante al saber que ya somos MEDIO MILLÓN en TikTok. Me siento muy orgullosa de mí, no por escribir, sino por tener la valentía de publicarlo, aun cuando mi vocecita me decía constantemente que qué oso, qué cringe. Me agradezco haberlo hecho, y ese medio millón de almas con las que conecto son solamente un recordatorio de toda la magia que pasa cuando te atreves a seguir a tu alma.
No sé, espero que eso te recuerde a qué es momento de seguir a la tuya.
es increible leerte!! gracias por compartir
Justo lo que necesitaba leer. Gracias por compartir tu pensar 💖