¿Por qué será que nos cuesta tanto trabajo habitar espacios de incertidumbre,
si en alguna parte de nosotros sabemos que ahí está la magia?
La incertidumbre nos mueve de lugares que ya no son para nosotros,
para regresar transformados,
o para descubrir que esos lugares ya no nos pertenecen.
Te quita el suelo que conoces para que busques otro lugar donde aterrizar o cambies el espacio donde te sentías sostenido.
La incertidumbre es un doloroso recuerdo de que la vida cambia,
pone todo en perspectiva,
te llena de miedo,
pero a la vez,
si eres cuidadoso y logras escuchar los verdaderos latidos de tu corazón,
te das cuenta de que la incertidumbre te llena de miedo para dejar que todo eso que ya no es para ti,
se vaya,
y que solo permanezca lo que verdaderamente es amor.
En estos días he decidido hacer la paz con la incertidumbre,
dejar de perseguir la respuesta de alguien más,
me di cuenta que en realidad, yo tampoco me quiero salir de ella por el momento,
que hay muchas cosas que quiero trabajar dentro de mi antes de regresar a un lugar, porque si regresara desde este lugar nada cambiaria.
Y que este espacio me está regalando a mí un momento para recrearme, y lo que he aprendido son dos cosas que me encantaría que se grabaran en tu corazón y el mío.
El tiempo no es lineal; la incertidumbre se puede acabar en un día, en 5 meses o 6 años. En lugar de aferrarnos a que algo suceda con la presión del tiempo en el que nosotros creemos que tiene que pasar, cuando aceptamos que el tiempo no tiene que ser necesariamente una medida que nos dé lógica, le abrimos espacio a que todo lo que depende de un límite de tiempo, se vaya de nuestra vida.
Es importante confiar en la incertidumbre, que el verdadero amor siempre se queda, sin importar por dónde estás pasando, qué cambios tienes que hacer.
Si el amor es verdadero, siempre encontrarás la forma de regresar cuando sea el momento. Pero nos toca confiar en que soltar no necesariamente es abandonar. Soltar a veces es dejar que se caiga todo lo que se tiene que caer para volver a construir desde las bases del amor.
Porque cuando todo se nubla, las cosas que realmente importan llegan como pequeños rayos de luz a recordarte que lo que esta destinado a ser para ti, siempre se queda.
En estos días,
mi vida ha sido mucha incertidumbre.
Me peleé con ella todos los días,
pidiéndole que se fuera,
pero entendí que no se trata de huir,
sino de abrirme a las posibilidades que me quiere regalar.
La incertidumbre me está ofreciendo un espacio para regresar a mí misma, para sostenerme, mover puertas internas y tomar la valentía que necesito para los siguientes pasos. Me recuerda que soy esa persona increíble que siempre he sabido que soy, para volver a empoderarme, sacar otro libro, volver a darme cuenta el regalo que soy para quienes me tienen en su vida, regresar a mi centro y conectar con lo divino desde un lugar nuevo.
La incertidumbre me pide que confíe en el amor de lo que está destinado a quedarse, y en que lo que no regrese es porque algo mejor está en mi camino.
Así que,
para ti, -como yo-.
que creías que la incertidumbre era un lugar horrible de habitar,
espero que este escrito te ayude a verla como el mejor espacio para recuperar tu poder.
Cuando te encuentres en el espacio donde “esto ya no fue”,
pero todavía no aparece lo que será,
sostenlo con valentía.
Cuando ya no tienes a qué aferrarte pero tampoco a dónde aterrizar,
confía en tu capacidad de volar.
Porque cuando encuentras la resiliencia para hacer las paces con lo desconocido,
haciendo todo con y por amor,
te das cuenta de que no necesitas todas las respuestas para salir adelante,
y que todo siempre se resolverá.
Porque la incertidumbre es el espacio donde lo nuevo puede florecer,
aunque al principio parezca solo caos.Y tener paz no quiere decir que tienes todas las respuestas,
sino que confías en que las respuestas vendrán cuando sea su momento.
Así que espero que,
si estás pasando por un momento de caos
le tengas mas fe al amor,
que miedo a la incertidumbre.
Espero que confíes en que las cosas harán sentido antes de lo que esperas,
que te abras a que la vida te sorprenda,
pero sobre todo,
que te sorprendas a ti mismo.Espero que no sueltes lo que realmente vale la pena -a ti-,
y que aceptes que hay cosas que no estaban destinadas a ser sujetadas por ti.
Te deseo de todo corazón que,
cuando te vayas a dormir,
sepas que todo lo que valía la pena amar, - aunque habite en la incertidumbre,-,
valía la pena sujetar.
Porque cuando llega la tormenta,
lo único que queda después del caos es el amor que solo tú puedes cultivar.Así que no,
la incertidumbre no es el fin,
sino solo un paso hacia algo más profundo,
donde nos toca soltar todo lo que es miedo,
para darnos cuenta de lo que es amor de verdad.
——Esto ya no es del poema, pero no lo pude quitar de la rayita. :)—-
Y solo quiero terminar diciéndote que a veces,
la incertidumbre nos empuja a soltar lo que ya no tiene lugar en nuestra vida.
No tengas miedo de perder lo que no está destinado a quedarse.
No tengas miedo de dejar de aferrarte a lo que ya no te sostiene.
No tengas miedo de perder lo que no tiene miedo de perderte,
porque tu valor no se define por quién/qué se queda o quién/qué se va.
Y si algo no regresa,
es porque nunca fue lo suficientemente fuerte para acompañarte en tu crecimiento.
PS: Septiembre es el mes de cáncer infantil.
Como saben, mi libro amarillo dona el 100% a niños con cáncer a través de la Fundación Vuela.
Es un increíble honor para mí poder tener el privilegio de donar mi trabajo.
Quiero aprovechar para invitarte a conocer lo que hace Vuela (porque también puedes donar tiempo y otras cosas, no solo dinero, y tal vez te interese ayudar a esta causa). FUNDACION VUELA
Además, durante todo septiembre, el libro amarillo estará al 3x2, para que regales 2 a quienes amas, o con un 25% de descuento en cualquier compra con el código VUELA. Gracias por todo y tanto.
¡Te dejo aquí la página para que puedas pedirlos!
Es un regalo q estés acá... Y un honor para mí. Gracias y gracias!
Es un regalo y un privilegio, tenerte en mi vida con tus palabras y tus escritos. Gracias por compartir.