De las cosas que más nos gusta hacer como humanos es saltarnos el proceso,
saltarnos el lugar donde duele,
sentarnos con eso que nos da miedo sentir,
porque no sabemos qué hay del otro lado del dolor,
porque a veces nos da miedo atravesar lugares,
los evitamos a toda costa,
nos contamos historias y nos distraemos para no sentir.
Esta semana me fui a un retiro, y es uno de esos retiros que verdaderamente te obligan a sentir. Llevaba mucho tiempo sin llorar, sin darme permiso de conectar, porque hay cosas que cargo en mi corazón que me daba miedo volver a tocar. Pero en algún lugar de mi ser siempre supe que tendría que sanar.
Así que este mini escrito es para ti,
para ti que estás en el dolor de un corazón roto,
que aún teniendo todas las herramientas para seguir adelante,
tienes permiso de llorar,
de sentir,
de tener miedo,
de no saber cómo te vas a sostener.
Porque he aprendido que saber la teoría ayuda a procesar, pero que no hay manera de evitar el camino de tener que sentir para dejar ir.
Lo único que te puedo recordar es que el dolor muchas veces no es opcional,
pero el dejarte sentir definitivamente hará que empieces a sanar.
Espero que leas esto regalándote una pausa - inhalando y exhalando - que cuando termines te dejes sentir todo lo que tienes dentro, le agregues los párrafos que le quieres arreglar (y si me los compartes, lo agradecería mucho), no solamente por mí y porque tal vez yo los necesito, sino porque estoy segura que tal vez hay alguien más leyéndonos por aquí que tiene algo que enseñarnos sobre aprender a sentir y soltar.
Aquí estoy yo,
aprendiendo a dejarme sentir cada dolor de extrañarte,
teniendo que regresar a mis días,
sabiendo que no llegaré en la noche a contarte.
Dejando que mi corazón siga palpitando tu nombre,
pero pidiendo que vuelva a escuchar el mío,
porque está bien tenerle miedo a cambiar de latido,
pero eso no quiere decir que no tenga la fuerza para hacerlo.Sabiendo que estoy creando nuevos espacios,
oportunidades,
momentos y memorias,
aún con el dolor de saber que no serán a tu lado.
Aquí estoy yo,
soltando la esperanza de que tu nombre aparezca en mi teléfono,
dejándome sentir las lágrimas que llevo dentro,
sabiendo que di todo para que funcionara pero que me toca aceptar que amar a alguien jamás hará que te elijan de regreso cuando no lo sienten.Aquí estoy yo,
aceptando que nuestros planes a futuro ya son del pasado,
que tú vivirás tus días sin mí,
contándole tus aventuras a alguien más.
Aquí estoy yo,
sabiendo que yo también voy a encontrar otras manos que me acompañen,
otros amores que me amen,
otros brazos que me abracen.
Aquí estoy yo,
aceptando que las cosas más hermosas también tienen su final,
y que a veces eso es lo que las hace tan valiosas,
que uno de los actos de amor más grandes que puedes hacer por alguien más es soltarlo en su libertad.Aquí estoy yo,
intentando sanar la idea de que nuestras almas se dejaron de alinear,
que nuestros caminos se tuvieron que separar.
Aquí estoy yo,
siguiendo adelante,
sabiendo que jamás te dejaré atrás,
porque tal vez no volveremos a estar juntos,
pero eso no quiere decir que tengo que borrar todo el amor que compartimos hasta que llegó nuestro final.
Solo quiero cerrar este escrito recordándote que te mereces a alguien que te elija,
que aunque sé que a veces el amor no es suficiente, y que definitivamente no es lo único que importa, espero que encuentres a alguien que esté tan seguro de ver tu valor, que sepa que dejarte ir es perderse de poder ser sostenido por un gran corazón.
También quiero contarte que esta semana salió mi capítulo favorito de mi podcast. Se llama "¿COMO ENCONTRAR AL AMOR DE TU VIDA?" Siento que es de lo más bonito que he podido decir, jajaja. Escúchalo aquí.
Que tengas una semana de sentirlo todo, para soltarlo poco a poco.
WOW, que duro soltar, dejar ir a quien amas, pero tu sabiduría de dejar ir con el corazón en mano, de soltar aquello que no puede seguir a tu lado, nos enseña que mientras te permitas sentir y aceptar el dolor desde el amor propio, encontrarás nuevos caminos, nuevas personas... gracias
Siempre llegas al momento que necesito escuchar verdades por más dolorosas que sean… que nos llevaran a un lugar mejor tengo fe