Una de las múltiples cosas que me ha dejado volver a saltar sola de un avión —con paracaídas— es resignificar la valentía.
Sí,
toma muchos ovarios ver las nubes debajo de ti y aun así, confiar tanto en ti, en el Universo —y en el wey que empacó mi paracaídas— que todo va a salir bien.
De verdad requiere un hermoso nivel de agarrarme de mis ovarios y hacerlo.
Pero me recuerda que en realidad, mi valentía no es saltar de un avión.
Esa es fácil comparada con la verdadera valentía de esta vida, que es tomar la decisión constante y consciente de hacer las cosas desde el amor.
Porque la verdadera valentía es aprender a elegir ,una y otra vez,
con fe y certidumbre, sabiendo que cuando eliges desde el amor, incluso si las cosas no se desenvuelven como creías que se iban a desenvolver, igual estás totalmente tranquila, porque elegiste hacerlo con el corazón.
Y muchas veces llega el ego a pedirnos que elijamos el miedo, que escuchemos esa mini voz que nos recuerda nuestros traumas y heridas, que genera una capa enorme de “protección” —que en realidad es desconexión— contra el verdadero amor incondicional.
Porque en cada segundo de esta vida,
solo tenemos una decisión que tomar:
si elegimos tener la valentía de seguir al amor,
o escuchar a nuestros miedos.
Y es mucho más fácil tomar decisiones basadas en el miedo,
porque creemos que nos estamos protegiendo,
cuando en realidad nos estamos privando del tipo de poder más mágico de todos:
el poder de conectar desde el corazón con absolutamente todo lo que tenemos en frente.
Y suena fácil,
pero,
¿Cuántas veces en nuestro día no reaccionamos desde el miedo?
¿Cuántas veces no nos aferramos a alguien por miedo a no encontrar a nadie más,
o más profundo aún, por miedo a que esa persona encuentre a alguien más?
¿Cuántas veces no damos dinero por miedo a que no regrese?
¿Cuántas veces no vamos por nuestros sueños por miedo a que no se cumplan?
¿Cuántas veces no decimos lo que sentimos por miedo a ser rechazados?
¿Cuántas veces en tu día y en tu vida, eliges el miedo?
Yo sé que muchas en la mía.
Pero he aprendido que, cuando me regalo esos espacios cotidianos conmigo misma,
cuando regreso constantemente a mi corazón,
me doy cuenta —absolutamente siempre—
que cuando elijo el camino del amor, mi vida se expande.
Y no necesariamente por lo que cambia en el exterior,
sino porque me regala un tipo de poder que absolutamente nadie ni nada me puede quitar:
el poder de recordarme que soy un regalo.
Saber en cada célula de tu ser, que eres un regalo, es extremadamente poderoso.
Te ayuda a poner límites, a amarte, a amar a los demás, a querer dar, a amar la vida... y mucho más.
Y te voy a explicar porque yo sé que soy un regalo, para que tu también puedas ver el regalo que eres. —y espero que esto le llegue a cada partícula de ti— por qué eres un regalo:
El universo puso a esta Alita en esta tierra y me dio el regalo más grande del mundo:
la capacidad de regalarle a otros seres de este mundo.
Me regaló la capacidad de regalar amor,
de regalar lecciones,
de regalar apapachos,
de regalar sonrisas,
de regalar mi forma de pensar,
de regalarme.
Todo lo que soy.
Sabiendo que ese es el regalo que me dio la vida.
No las cosas que me da,
ni los regalos que me dan a mí.
El verdadero regalo que me dio la vida
es darme el poder de dar regalos.
Y ahí es cuando me doy cuenta que soy un regalo hermoso,
porque tengo el superpoder de regalarle a los demás.
Así que espero que esto te recuerde el regalo que eres.
De las cosas más hermosamente valientes que nos toca hacer en esta vida,
es aprender a regalar nuestro amor.
Entender que el regalo que nos dio la vida
es saber que nosotros tenemos la capacidad de darle regalos a los demás.De las cosas más hermosamente valientes que nos toca hacer en esta vida,
es elegir el amor.
Una y otra vez.
Aun cuando esa vocecita nos esté gritando que le hagamos caso al miedo.
Aun cuando cada célula de tu ser te esté pidiendo que no arriesgues tu corazón.Pero de las cosas más hermosamente hermosas que nos dio la vida,
es enseñarnos,
una y otra vez,
que cuando elegimos desde el verdadero amor,
nos reconectamos con la vida.Y al final de todo,
nos da la posibilidad de crear una vida que sea sinónimo de amor.
Así que espero que este sea tu recordatorio de que eres un regalo.
Que el universo te dio tu corazón porque no solamente sabe que puedes cuidar de él,
sino que tienes la hermosa capacidad de regalar cachitos de quien eres a los demás
para hacer que su vida sea todavía más hermosa.Que este sea tu recordatorio de que tienes la opción constante
de volver a conectar con tu corazón,
para regalarle a la vida quién eres en realidad,
porque esa es la manera más hermosa de regresarle con gratitud a la vida todo lo que ya te da.
Este es el último episodio de esta temporada.
Gracias a todos los que me han escuchado.
Regresar a hacer podcast es algo que me cuesta mucho trabajo, y siempre voy a estar agradecida por todos aquellos que se han tomado el tiempo de escucharme.
Este se trata de como tener más suerte en tu vida, si, la suerte si se puede crear.
Aquí esta en Spotify. :)
En fin…
que tengas una semana en la que no dudes, ni por un segundo, del hermoso regalo que eres para este mundo.
No había visto la manera de que somos regalos, y aunando más en el tema que muchos de los que nosotros queremos, no quieren nuestros regalos, y ahí es donde también duele, pero recuerdo tu otro post de soltar amando y un regalo que podemos dar es soltar para que alguien más les de lo que con nosotros no quieren tomar. Gracias por compartir!
te admiro y respeto porque eres una verdadera guerrera, saltar en paracaídas... has trabajado, luchado y alcanzado tanto porque eres una mujer valiente. Nunca dudes de tu grandeza!!