Nacer es un comienzo y morir un destino.
El lunes tuve el honor más bonito que me ha dado la vida:
acompañar de la mano a mi Lita - mi abuelita- en sus últimos segundos de su vida. Mientras sus ojitos se cerraban y daba sus últimos suspiros, me regaló el privilegio de agradecerle a la vida por su presencia y por permitirme sostener su mano.
Para mí,
la muerte siempre ha sido un tema que hace temblar mi ser porque sentía que no era capaz de sostenerla.
Pero ver su cuerpo dejando de ser un vehículo de alma para volver a convertirse en polvo de estrellas fue un regalo que agradeceré el resto de mi vida.
Quiero aclarar que no fue una tragedia,
tenía 94 años,
una familia llena de amor
y vivió una vida increíblemente hermosa.
Este escrito se lo quiero dedicar a la muerte,
que es el motor más grande para apreciar la vida.
Dejar ir es el acto de soltar, de aceptar y, sobre todo, de permitir lo que no podemos cambiar. Dejar ir no es olvidar; es reacomodar, encontrarle un nuevo lugar en mi corazón a quien ya no podré abrazar, pero siempre voy a extrañar.
La muerte es sabia: puede pausar la vida.
La muerte tiene una habilidad muy única, puede pausar la vida.
Pone en perspectiva las cosas que son importantes.
Esta semana me entregan mi libro nuevo, algo que llevo soñando un buen rato —y de este sí estoy bien enamorada—. Llevo meses queriendo tenerlo en mis manos, pensando estrategias de cómo venderlo, haciendo mi canal de YouTube, corriendo a imprimir separadores, entre otras miles de cosas. Y hago énfasis en la palabra corriendo, corriendo tanto que, siéndote honesta, dejé de disfrutar el proceso.
Y llegó la muerte,
a recordarme que no hay nada más importante que estar presente.
Estar presente y decir:
mi prioridad es abrazar a mi familia. Sin importar cuánto haya esperado el día en que salga mi libro, puedo pausar mi sueño, puedo dejar de correr hacia él para estar con lo que verdaderamente me importa.
La muerte es sabia: puede despertar el amor profundo.
Hay un dolor hermosamente profundo que viene con la muerte, es ese dolor de saber que el amor siempre viene con un precio que pagar.
Siempre habrá una despedida que duela,
un lugar que no estemos listos para soltar,
una persona que nos duela extrañar.
Pero ese es el dolor más hermoso de todos, porque nos recuerda nuestra capacidad de amar.
Y si pudiera bajar a un ángel del cielo y me diera la opción de borrar de mi mente y mi corazón el dolor que siento en este momento, pero también lo vivido y lo mucho que amo a mi Lita, jamás le diría que la borrara de mi vida. Llevo su corazón como un regalo, y aunque abrazarla todos los días no duró una eternidad, tuve el privilegio de hacerlo durante 31 años de mi vida.
La muerte puede llegar a quitarnos la idea de continuar con la vida misma,
puede quitarnos la fe,
puede quitarnos a quienes más amamos.
Pero hay un rincón donde la muerte jamás será capaz de llegar,
la muerte jamás será capaz de quitarnos el pasado,
las experiencias,
los aprendizajes,
las risas,
los momentos
y el amor compartido.
La muerte es sabia: nos regresa a la vida.
La pérdida de un ser querido es capaz de devolverle la vida a un ser viviente.
La muerte nos hace sentir vivos, nos recuerda que nuestro tiempo en esta tierra tiene fecha de caducidad. Pone en perspectiva las cosas que nos quitan la paz y nos ayuda a acomodar nuestras prioridades. La muerte puede recordarnos que la vida es ahora, que no hay a dónde llegar, porque donde sea que queramos ir, siempre habrá un final.
Y eso es lo más bonito de la muerte, nos recuerda que seguimos aquí, pudiendo amar a nuestros seres queridos, creciendo con nuestros sueños y haciendo de nuestra vida nuestra mejor vida.
La muerte es sabia: nos recuerda que no estamos solos.
Me da risa —del tipo de risa más amoroso del mundo— lo malos que somos los humanos, en general, en estas situaciones. Nunca sabemos bien qué decir, nunca sabemos cuáles son las palabras correctas. ¿Pero qué si no se trata de decir nada?
¿Qué si en los momentos donde la vida se cae en mil pedazos no necesitamos que nadie venga a darnos palabras de aliento como “todo pasa por algo,” “vas a salir adelante” o “tu abuela te está viendo desde lejos”? Todo esto (en mi alma) es cierto, pero tal vez las personas que están viviendo un duelo solo quieren consuelo, no explicaciones.
Y cuando las cosas están tan rotas y nadie las puede arreglar,
siempre hay algo que podemos hacer,
sentarnos y acompañar a la gente a llorar,
para que no lloren solos.
No quiero que me malentiendas en este texto.
Estoy triste,
profundamente triste.
pero una tristeza llena de amor.
Pero atravesar este valle oscuro no es opcional.
Y yo,
tengo el poder de elegir atravesarlo de la mano de mi familia y llena de amor.
Así que si tú,
como yo,
estás viviendo una pérdida,
no puedo decirte nada,
más que acompañarte en tu llanto.
Aquí estoy,
intentando abrazar tus lágrimas tan bonito como quienes han abrazado las mías.
Espero que en este escrito,
que le escribí a mi Lita,
encuentres un abrazo que no te puedo dar en cuerpo,
pero sí en alma.
Te voy a extrañar,
pero te dejo ir.
Porque aferrarme a que te quedes aquí no es opción,
pero recordarte todos los días lo haré con amor.Te voy a extrañar,
pero te dejo ir.
Porque sé que el dolor va a pasar,
pero los recuerdos se van a quedar.
Sé que las lágrimas van a parar,
pero tu alma siempre vivirá dentro de todos los que te podemos amar.
Porque cuando alguien se va de este plano, no desaparece,
se reparte exponencialmente en el corazón de todos aquellos que tuvieron la suerte de concectar con esa vida.Hoy no me despido de ti,
porque no me puedo despedir de algo que por siempre vivirá en mi corazón.
Hoy no me despido de ti,
porque no es un adiós,
es un gracias por caminar dentro de mí el resto de mis días.Así que no me despido de ti con dolor,
y te agradezco por tanto amor.Te voy a extrañar,
pero te dejo ir.
Porque sé que algún día
te regalaré todos los abrazos que te debo en el cielo.

En otras noticias, mañana me entregan mi libro. Aunque no sé si estoy lista para celebrarlo (lo sabré en el momento en que lo tenga en mis manos), quiero agradecerles a todos los que lo han pedido en preventa. Es un honor para mí saber que les gusta tanto lo que hago como para confiar en un nuevo libro sin siquiera haberlo visto. Gracias infinitas.
Te dejo el link para que lo puedas ver y pedir.
30% de descuento en mi próximo libro con el código MAGIA.
En fin, nos deseo una semana llena de presencia con quienes amamos, recordando que todos somos préstamos temporales. Espero que, al terminar de leer este escrito, tomes tu celular y le mandes un mensaje de amor a quien amas, porque nunca sabemos cuándo será la última oportunidad para hacérselo saber.
¡¡AAAAHOOOO!!
toda expresión de amor es urgente porque nos vamos a morir 🤍
Me encanto cada parte de este texto. Un abrazo.