Puf,
este escrito me va a costar mi honestidad entera conmigo misma y la vulnerabilidad profunda de poder redactar este sentimiento.
Mi novio es medio famoso, es profesional de bici de montaña —de esos weyes locos de RedBull—, le va bien, es guapo, buena onda, etc, etc, etc, etc.
Y aunque él jamás me ha dado motivos para sentir esto, me sucede algo que nunca antes había sentido: me siento no tan valiosa como él.
Siento que su “excel” es increíble, y el mío es muy bueno, pero no tan increíble.
Me considero muy exitosa.
Creo que muy poca gente se dedica a lo que ama, y todos mis trabajos son al servicio de los demás, y eso me encanta.
Peeero cada vez que le cuento a alguien de mi novio, todos se impresionan por él, y lo que yo he logrado pasa desapercibido.
Evidentemente sé que tengo un tema con la necesidad de probar mi valor, siempre. Por eso hago mil cosas, por eso soy perfeccionista, y por eso puedo caer en mi autodestrucción... pero ese es tema para mi terapeuta.
Lo que te quiero contar de esto es que lo que estoy viviendo no es solo una inseguridad superficial —es un conflicto interno entre lo que sé que soy (una mujer conectada, amorosa, inteligente, feliz) y lo que siento cuando me comparo con alguien que, desde afuera, parece tenerlo todo.—
Y no me voy a meter al tema de no compararme porque ese escrito te lo debo pa’ otro día.
Hoy soy humana,
vulnerable,
y no me puedo dejar de comparar ni dejar de sentir que no me lo merezco.
Se siente difícil de sostener el no creer merecer.
El no entender en el cuerpo —porque en la cabeza lo entiendo perfecto— qué es lo que yo le aporto a mi relación y por qué también soy muy valiosa.
Me toca reconocer y desactivar la creencia de que el valor solo está en lo visible,
lo validado por otros,
lo tangible a los ojos del mundo.
Entender que él brilla afuera,
yo brillo adentro,
y esto no hace a nadie menos,
solo nos hace distintos.
-Quiero recalcar que lo que sigue que te voy a escribir, es algo que entiendo en mi cabeza, pero que definitivamente me ha costado trabajo sentir en mi corazón-.
Sé que la admiración que siento por él es un espejo de lo que aún no me permito ver en mí.
Que estoy tan condicionada a que la energía masculina es más valiosa que la femenina.
Si algo he trabajado estos meses, es entender el valor que tengo como mujer.
Entender que mi capacidad de conectar con la vida,
entregar mi sensibilidad,
cuidar el corazón ajeno,
estar ahí para los demás,
sanarme a mí y ayudar a sanar,
también tiene mucho valor,
aunque tal vez no es tan tangible como lo que él puede poner sobre la mesa.
Y te quería platicar esto porque, primero, escribir es desanudarme,
y porque tal vez tú como yo, has estado con alguien que admiras tanto que te cuesta trabajo ver tu propio valor.
Así que este es para ti,
que como yo,
a veces pierdes de vista tu valor:
Espero que te escribas algo tan hermoso como lo que yo me acomodo de autoescribirme, -haha-.
Estoy aprendiendo que mi valor es diferente a lo que me enseñaron que era valioso.
Estoy aprendiendo a cambiar la regla con la que mido mi éxito,
en lugar de usar la que me regaló alguien más.
Estoy aprendiendo a entender que soy un universo entero,
constantemente conectada con mi corazón.
Que hay algo mágico dentro de mí que sé que es mi manera de sostener el amor.Estoy aprendiendo que yo brillo distinto,
que tengo la capacidad de darle luz a quien habita su oscuridad,
que soy la calma cuando todo tiembla,
y la sonrisa al sostener el llorar.
Que no tengo que conquistar montañas para saber que mi camino es válido,
que no tengo nada que probar,
solamente aprender a amar.Estoy aprendiendo que mi valor no siempre se ve,
pero siempre se siente.
Está en la forma en la que me presento a la vida,
amándola cada día más,
regresándole con gratitud todo lo que me ha dado,
recordándome una y otra vez que mi manera tan hermosa de sentir la vida
es lo que me hace especial.
En fin,
te quiero —y me quiero— recordar que nos merecemos ser amados,
no por lo que hacemos,
sino por lo que somos.
De verdad que si de algo estoy segura,
es que si conectas con lo que yo escribo,
es porque tu alma también viene del mismo planeta que la mía,
y es un planeta muy especial,
muy conectado al amor,
muy conectado al amar,
muy conectado.
EN FIN, LA VERDAD ANDO SÚPER DESCONECTADA… ¡ESTOY EN MADAGASCAR!! WOHOO!
Y les quería compartir esto porque ha sido increíblemente difícil para mí poder sostener esta relación donde yo siento que estoy muy enamorada… y él no tanto.
Dios santo, cómo las creencias moldean nuestra forma de actuar.
Y yo necesitaba recordarme que me merezco ser amada, solo porque soy, porque así como soy, sí soy muy especial.
Necesitaba leerme.
Espero que te sirva a ti.
Cuando nos sabemos vulnerables y tocamos esa emoción es ahí nuestra madurez y crecimiento personal. Yo te puedo decir que no conozco a tu novio, y me gustan los deportes extremos, soy instructor de buceo y practico bicicleta de montaña, pero si te puedo decir que tú me haz ayudado en mis momentos más obscuros y donde no sabía cómo, con tus escritos y tus postcast. Así que un gran reconocimiento a lo que haces que nos ayuda a florecer
Gracias por compartir este escrito, amé cada una de las frases que leí. Pero me quedo con que estas cambiando la regla con la que mides tu éxito, en vez de usar la que alguien más te regaló y eso mismo aplica con todo 🩷